Si, después de tanto tiempo de espera, por fin ya puede usted encaminarse a cualquiera de los mercados industriales de nuestra ciudad y adquirir por el abusivo precio de $ 500.00 pesos cubanos su cocina de inducción, pero es que caros o no el cubano está obligado a acceder a la misma porque realmente los módulos de muy mala calidad que ya vendió una vez el estado están deteriorados o sin repuestos pero cuidado con este módulo puede ocurrir algo parecido y solo se limita a los utensilios que bien claro especificó el periódico granma del martes pasado, ahora saltan ante miles de ciudadanos la incógnita de tantas veces; y cuando se deterioren los aditamentos complementarios ¿Habrá repuesto? ¿Volveremos a las colas kilométricas en los talleres de equipos electrodomésticos? O simplemente nos tocará bailar con la más fea.
Pero aunque como muestra la foto, cabría preguntarse: ¿Le gusta al cubano las colas? Lo cierto es que las mismas se siguen haciendo y cada vez más grandes, tal parece que fueran a terminarse este módulo como sucedió en la ciudad de Holguín y nadie quiere quedarse fuera, mientras; el estado indolente sigue viviendo de exprimir a la máxima expresión el bolsillo de los trabajadores.
Reportó: desde San Germán Dalián González Rosabal
El Palenque 