Ciudad de Guantánamo 15 de abril del 2010.
Por: Rolando Rodríguez Lobaina.
Vuelvo con el problema de la tierra y el Proyecto de Desarrollo Cívico Rural Cubano como les había prometido. Esta vez sobre lo que se lograría a favor de los agricultores con la propuesta liderada por el campesino Pedro Antonio Alonso Pérez, residente del municipio Songo la Maya en Santiago de Cuba.
Refiere el documento que con la implementación de las medidas del proyecto, escrito en el post del día 6 de este mes, los beneficios nacionales en el campo serían:
1ro. Un acelerado incremento de los niveles de producción a corto y mediano plazo, diversificaciones de la producción agrícola, mejora de la calidad y reducción de sus precios.
2do. Recuperación progresiva de la industria azucarera, la ganadería y otros renglones, creando un clima propio para la inversión extranjera y nacional para la reanimación de la economía del territorio.
3ro. Dejar de depender de las importaciones de alimentos para el consumo nacional y esos recursos se destinarían a otros renglones de la economía. Se crearían renglones exportables como flores, frutas frescas y en conservas, verduras, semillas, etc., y recuperaríamos otros como azúcar, café y tabaco aprobechando nuestra posición privilegiada a sólo 90 millas de una de nuestras principales fuentes de mercado en estos momentos. También favorecería de forma importante el sector turístico al sustituir las importaciones de frutas, verduras y carnes, etc., que al ser compradas a nuestros campesinos bajo las premisas del mercado justo, mejorarían las precarias condiciones que tienen nuestros hombres del campo, reduciendo las diferencias de vida entre las zonas rurales y las urbanas.
Por otra parte, continúa señalando la iniciativa, que el gobierno ha fracasado en reiterados esfuerzos para solucionar los problemas de los bajos niveles de producción en nuestro país, empleando grandes recursos económicos y humanos sin éxito. Ejemplos de los malogrados proyectos han sido: el plan alimentario, los módulos pecuarios, los autoconsumos, la entrega de la tierra en usufructo, la agricultura urbana, entre otras.
puntualiza el documento que además utiliza para concluir una frase dicha por el propio General de Ejército Raúl Castro: «Mejor frijoles que cañones».
«El gobierno debe renunciar la tendencia de monopolizar todo en nuestra sociedad, incluso utilizando la agricultura como instrumento de castigo para lo que ellos llaman indisiplina social o supuestos enemigos ideológicos»,
El Palenque 